domingo, 16 de marzo de 2014

Separaciones electroquímicas en el tratamiento de desechos de agua

Aunque agua no es, exactamente, mi tema, esta forma de descomposición me pareció sumamente interesante e involucra nuevas tecnologías y sus aplicaciones están llegando lentamente a países como México y otros de América Latina.

El agua se contamina de desechos orgánicos cuando se habla de aguas que se usan para drenaje y limpieza, pero las aguas que se utilizan en las plantas industriales se contaminan, más que nada, de metales. No se imaginen un pedazo gigante de hierro, de acero o de cobre viajando en el agua, no es así. Son micropartículas de ciertos metales, que dependen del proceso, se consideran con la medición de partes por millón, que significa número de mg por litro. Cada corriente de agua que se usa para tratamiento industrial sale con cierto número de partes por millón de metales. Son pequeñas cantidades, pero dado el flujo continuo de agua y la cantidad de agua que se maneja, los niveles de estos contaminantes pueden llegar a ser muy dañinos.

La separación electroquímica se aprovecha de las propiedades eléctricas de las partículas que viajan en las corrientes y de las propiedades de los catalizadores que se van a utilizar, se usa para que haya una cierta reacción electroquímica que haga que los iones de los demás compuestos se degraden y sean removidos de la corriente. La separación electroquímica ha probado ser una de los métodos más efectivos de descomposición de contaminantes, se ha contrastado con la sedimentación y la flotación, y se han obtenido resultados muy buenos.

Lo sorprendente de la separación electroquímica es que varias investigaciones han probado que no sólo funciona con los metales que se contienen en corrientes industriales, sino que con ciertas alteraciones en el modo de trabajo, se puede usar para la descomposición de los contaminantes orgánicos en corrientes de agua más domésticas.

Hasta ahora los países que más usan este tipo de separación son los países europeos y ciertas partes de Estados Unidos, esta tecnología aún no ha llegado completamente a México, aún se realizan investigaciones para ver en qué forma se pueden aplicar. Las compañías más entusiastas en la aplicación de esta nueva tecnología son compañías extranjeras. Las mexicanas aún no están tan seguras, así que por mientras se seguirán usando los procesos conocidos que funcionan de tratamiento de agua.

La separación electroquímica es un proceso que requiere de un alto nivel de personal, se requiere un conocimiento muy amplio en química y en la naturaleza de los compuestos que viajan en las mezclas de las industrias. Por eso, se podría decir que este tipo de implementación es algo cara, pero a la larga es una forma muy rentable de tratar el agua.

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