lunes, 17 de marzo de 2014

Nanomateriales y tratamiento

Ya les había hablado previamente de nanomateriales y de como estos se han vuelto una gran opción para tratamientos y como catalizadores. Los nanomateriales se utilizan mucho por su alta relación de superficie-masa o volumen. Esto quiere decir que son muy grandes y son pequeños (en criollo básico) lo que quiero decir es que, digamos, tienen una superficie de 10 nanómetros cuadrados y un peso de 0.0000001 microgramos. Grandes para su escala, pero muy ligeros. Esto les da muchas posibles aplicaciones. Hace poco estaba hablando del tratamiento de aguas y de como la tecnología busca innovarse. Ahora, en países con alto desarrollo tecnológico, como Estados Unidos y Alemania, principalmente, se están poniendo a prueba las nanofibras.

Las nanofibras se están usando en plantas de tratamiento de agua sobre todo, porque es para lo que, hasta ahora, ha sido más fácil de probar. Se ha usado la dessalinización del agua como ejemplo en las investigaciones que se leyeron. Dessalinización consiste básicamente, en quitar la sal del agua para que ésta sea potable. Las pruebas que se hicieron fueron por paso de membranas. El agua se hace fluir por las nanofibras eléctricamente cargadas y la sal, ionizándose, se queda atrapada en las fibras, haciendo que fluya un agua limpia y pura con un bajo contenido de sales.

Pero no sólo se ha usado en agua, la más interesante es ahora la descontaminación de gases que contienen VOCs (compuestos orgánicos volátiles). Esta es la aplicación que me interesa más, pues involucra el tratamiento de residuos. Muchas compañías trabajan con materia orgánica, sobre todo las compañías de alimentos. Los residuos gaseosos que producen estas empresas pueden estar llenos de estos VOCs y la descontaminación de ellos con nanofibras ofrece una alternativa a los ya usados procesos de separación gaseosa.

Igual que los procesos ya analizados en la entrada pasada, el uso de materiales nanotecnológicos involucra un alto grado de conocimiento y se podría decir que, dado eso, son formas caras de tratamiento, pero son, a comparación de las convencionales, altamente efectivos.

Las empresas locales deberían estar dispuestas a dar un sacrificio al ver que el problema es que se gasta demasiado en un tratamiento promedio y se podría dar una fuerte inversión inicial con algo totalmente efectivo que va a promediar con el tiempo. El problema de las empresas locales es que están muy metidas en su pequeña burbuja y no quieren buscar nuevas formas de tratamiento, porque ven que las que tienen funcionan y creen que el cambio traerá otras consecuencias.

Se debería estar abierto a las innovaciones tecnológicas, pues éstas son las que harán que México avance como país en materia de producción. Pero para esto, se necesita un enorme apoyo gubernamental.

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