lunes, 10 de febrero de 2014

Yo no vengo a darme un 10

En verdad, nadie se merece un 10. No es por ser pesimista, pero la verdad, siento que el 10 es una calificación que, en este ámbito, no se puede dar. Se puede aspirar al 10, pero llegar al 10, siento yo, que es más que nada una vanidad. Por eso me pongo 99...Ha ha ha, la verdad no, pequeña broma, ya saben, soy gracioso. Bueno ya, al punto.

El 10 es, en sí, la perfección. En español, en la escritura, no se puede llegar al 10 sin haber pasado por la subjetividad y un 10 que no es objetivo no es, para mi, un 10 que valga la pena alcanzar. No se puede decir que una escritura es perfecta, ninguna lo es. No podemos decir que mi esfuerzo lo fue, porque no. No se puede, desde mi punto de vista. Pero lo que nos llevaría a llegar al 10, en esta materia sería más que nada, el progreso. El progreso se puede medir, es objetivo para cada una de las personas. Se nota como uno va mejorando, como uno se va haciendo un mejor escritor, como vamos, acariciando la grandeza de la escritura moderna. A eso voy yo ahora. Tal vez podría decir que no me merezco un 10 por lo que hecho, siento que he mejorado, pero no siento que he mejorado lo suficiente como para decir que mi progreso merece un 10. He leído blogs, que a lo largo de estas semanas, han evolucionado, han crecido de ser los pequeños humanos que antes eran a volverse humanos menos pequeños, con mayor capacidad de escritura, con mayor lenguaje y mayor determinación. A esos, yo les pondría un 10.

¿Qué me pongo yo a mi? La verdad, un 95. Siento que puedo mejorar, pero eso es a mi parecer. Tal vez podría llegar a aspirar a un 97-98. Se los dejo a ustedes. ¿Qué creen?

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